sábado, 26 de enero de 2013

Proyecto nº1, 2011

Proyecto de libro

Como a Juan Giménez, a mi también me ha gustado dibujar aviones ("avioncitos", como a él le decían, grrrrr!). 

Aquí un Tucano, turbohélice biplaza desarrollado en Brasil, en versión civil.

"Ossel", 1999

Finalista, III Concurso de cómic Diputación de Cuenca



El Ossel, una criatura diabólica donde las haya. Un cómic que pretendía ser sórdido, tórrido y lúbrico... Pero acabó saliendo apto para todos los públicos. Vamos, el Catón...

"El Indice de Confianza del Consumidor de Michigan", 2008

Publicado


Como el aleteo de las alas de una mariposa, parece que si el Indice de Confianza del Consumidor de la Universidad de Michigan está por los suelos, a nosotros nos toca ponernos a temblar... Corría el año 2008.

"La Morcilla", 2011

Publicado



La verdad es que, como analista político, no tengo mucho futuro. Y Cataluña es quien me lo confirma. Ole!

domingo, 13 de enero de 2013

"Niñas, al salón", 2011

O de como acabar siendo puta




Una historia un poco burra, pero real como la vida misma.

"La vida es así, no la he inventado yo..."

"El Vientre de la Bailarina", 2004

Prohibido tocar ese vientre




Otra historia de acción, sexo y denuncia. Una castaña en toda regla, con otro par de idiotas como protagonistas.

sábado, 5 de enero de 2013

"Christmas Hermético", 2005

Un encargo de un Ayuntamiento



En concreto, el de Pamplona, para la felicitación navideña del 2005. Con desigual suerte. Creo que no gustó. ¡Qué le vamos a hacer...!

Un homenaje, que al parecer nadie comprendió, al universo Moebius-Jodorowsky-Giménez. En el detalle, los tres reyes portaban "otros regalos" que cualquier aficionado podría identificar...

"Sexe", 1995

Los peligros de la publicidad



Una vez más, la historia de otro idiota vapuleado por la realidad de la vida. Somos lo que somos, no pretendamos cambiar...

"Paro Clínico", 1995-2011

Dieciséis años de diferencia





Dieciséis años separan estas dos versiones. Por aquel entonces ya asomaba las orejas la idea de que, si nadie lo impedía, la Sanidad podía convertirse en un negocio de narices.